ESA SÌ ES PROTESTA

¡Hola a todos!

Hoy, al revisar los periódicos por la mañana (beneficiosa costumbre que me dejó el ICL) me encontré con esta maravillosa nota.

Un reportero iraquí de nombre Muntazer al Zaidi (hay que recordar ese nombre) de la televisora irakì Al Bagdadia arrojó sus zapatos a George Bush durante su última (afortunadamente) rueda de prensa en Irak como presidente al mismo tiempo que le gritaba "este es un beso de despedida, perro" (en el mundo islámico lanzarle los zapatos a una persona es una gran ofensa y es todavía peor llamarle perro).

Foto: Especial

http://www.youtube.com/watch?v=SC_JiGcuRfM

Desafortunadamente los zapatos no alcanzaron el blanco (aunque el segundo, a pesar de los intentos de Nuri al-Maliki por detenerlo, se estrella contra la bandera norteamericana), pero la acción por sí sola significa mucho:

1o.- La opinión de un pueblo masacrado por una estrategia absurda e inutil (los iraquíes viven peor que con Sadam, no hay intención de pacificar la zona y quedaron heridas irreparables desde la invasión)

2o- El cierre que se merece un gobierno de errores, miedo, rencores y estupideces.

3o- La opinión generalizada de todos aquellos que nunca estuvimos de acuerdo con las acciones del gobierno de Bush (especialmente Irak).

Obviamente Muntazer al Zaidi actualmente está preso (y quén sabe por cuánto tiempo), lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué tanto le convendrá a EUA tenerlo preso por mucho tiempo? ¿Le convendrá un recrudecimiento de la violencia en este país (pues la mayor parte de los iraquíes lo tienen como heroe y piden su liberación)? Es algo que deberá responderse de inmediato, si de verdad se busca que las cosas mejoren.


Por lo pronto, habrá que acoplarse a nuevas medidas de seguridad en actos oficiales (de aquí en delante, todos los reporteros en ruedas de prensa, los invitados a eventos especiales y los mandatarios que visiten la Casa Blanca deberán llevar calcetines nuevos y perfumados porque deberán entrar sin zapatos) y, por qué no, también en la vida diaria de los estadounidenses ( y los visitantes).

Por lo pronto me quedo con la satisfacción de que, a pesar de la inmensa movilización de cuerpos de seguridad que rodean al presidente norteamericano, una protesta espontanea, con coraje y arriesgándolo todo pudo superarlas (aprende, Andrés Gómez Emilsson; así se hacen las cosas) hablando no sólo por el autor (Muntazer al Zaidi) sino por Irak y el mundo entero.

Saludos